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lunes, 20 de enero de 2014

Y llegó el dia mas mejor de mi vida

En un lugar de Valencia, de cuyo nombre no quiero olvidarme... que me lío, vamos, que llegó el miércoles, que era el día que el ginecólogo nos había citado, a fin de hacer una última revisión y así ingresarnos en el hospital, para empezar la epopeya del nacimiento de María.

Una última revisión, en la que nos dijo que todo estaba perfecto, y que mañana seria el día en que vendria a este mundo, nuestra primera hija. 

fin hombre embarazado
El inminente final del hombre embarazado


La tarde, como no podía ser de otra forma, transcurrió, por parte mía, con unos nervios terribles, no podía pensar en otra cosa, que no fuese el hecho de que Maria iba a nacer. Forma de aplacarlos? Pues como es lógico, comiendo.

Comiendo tal barbaridad de comida, que podría haber eliminado el hambre en el quinto y cuarto mundo, porque la verdad es que acabe con media producción alimenticia mundial, pero es que el origen de estos nervios bien lo merecía.

Y llega la hora final, total, nos dirigimos al hospital y hacemos el ingreso, hora las 12 de la noche. Llegamos a la habitación, y claro se supone que vamos a dormir para estar mañana frescos y radiantes. LOS COJONES!!!!

Como era de esperar, no pegamos ojo en toda la noche, porque, quien va a dormir cuando uno sabe que en unas horas va a nacer tu hija?? Nosotros no, desde luego.

A las 5:00 am (si, sí. A esa hora que no están puestas ni las calles), nos levantamos para asearnos, ya que a las 6 la matrona hacia acto de presencia. Bueno, tenía que hacer acto de presencia, ya que la mujer por lo visto se durmió y entramos una hora más tarde.

Total, que aquí aprendo un nuevo concepto que todo hombre desconoce antes del embarazo, “la sala de dilatación”, esto viene a ser una sala de tortura moderna, que seguro fue ideado por el FBI, la CIA y la GESTAPO a la vez, porque tela con la sala.

Primero le enchufan los monitores, que con ese ruidito contante (aunque sea el latido de tu niña), se te mete en la cabeza y pone a prueba tus nervios.

Luego llego el momento epidural, y es que tardaron un horror y medio en conseguir dar en el blanco, aunque no fue culpa del médico, sino a un problema de mi mujer (tranquila que no lo confieso, jajaja)

Y por fin la espera, la interminable espera. Esperar a que dilate, que ni más ni menos fue de 8 horas, ahí es nada. Lo peor no son las 8 horas (que también) es que estas esperando la llegada del ginecólogo o de la matrona, a fin de que te vayan diciendo cómo va la dilatación. Porque hay un momento que le hubiese dicho, explícame de que va esto, y ya lo voy mirando (Que yo soy muy aplicado, y pillo las cosas a la primera). Pues nada, cada hora más, menos, venían, revisaban y te comentaban como iba la cosa.

Eso sí, a mi chica, le iban poniendo dosis de anestesia, hasta tal momento, que creo que hubo un momento en el que veía elefantes rosa por la habitación.

sala dilatacion
Recreación artística Sala Dilatación

Por fin, a las 14:15, llego el momento en que el ginecólogo dijo que ya estaba completamente dilatada, pero que no podía sacar la niña, porque estaba encajada y no la podía hacer nacer de forma natural, por lo que me entro una sensación agridulce (y primera lagrimilla), ya que no podría estar en el parto, debido a que en la cesárea no podía entrar, pero a la vez pensé, ya está ahí mi niña.

Por suerte, yo tenía una infiltrada, mi suegra, que al ser enfermera nos acompañó en todo momento y ella fue la encargada de documentar en la sala de operación (o de extracción como dicen ellos, que tela el nombre) todo lo que allí ocurría.

Total, estoy fuera dando vueltas por el pasillo, desgastando toda la suela de mi zapato, hasta que a las 16:45 de un jueves, con fecha 16 de enero de 2014, recibo la llamada de la madre de mi mujer.

Y me dice que tengo una niña estupenda, morena, que ha pesado 3,6 kg y mide 51,5 cm. Y que la escuchase llorar…

En ese momento, la niña se pone a llorar alto y claro, y me veis a mí, en la sala de espera, llorando a moco tendido. Maria había nacido.

Mi niña, la que había estado esperando durante 9 meses, ya estaba en una sala a pocos metros de mí.

momento ser padre
Momentazo captado por la mejor cuñada del mundo


Tuve que esperar unos minutos más, para poder ver a ambas, tanto a mi mujer como a mi niña, pero en el momento de verlas, la emoción y felicidad fue total.Por mi mujer sentí orgullo, por cómo había aguantado todo el parto y había traído a este mundo a Maria, y al ver a las dos en la cama, sentí la mayor de la felicidad. Una felicidad desbordante, y es que una persona a la que no conoces, que lleva minutos en este mundo y que la conoces solo unos segundos, te ha cambiado la vida y te hace sentir sentimientos, que no sabías que existiesen.

Y a ti, cariño, gracias, gracias y mil gracias por existir, por hacerme feliz y por darme la mayor de mis felicidades, nuestra hija.


Te quiero con locura!!!!

domingo, 12 de enero de 2014

4 dias y bajando.

Seguimos la cuenta atrás a la inducción del parto, y por lo tanto al tan esperado de María, y es que estos días son sin duda los mas duros del embarazo.

Lejos quedan ya, los cambios de humor, los primeros miedos al saber que vas a ser padre, el tener que organiza la habitación, etc... ahora solo esta en nuestras mentes que la niña salga lo antes posible, ya que nuestro grado de impaciencia es máximo.

hipo con oso


Pero lo que si parece ser, es que la niña, este fin de semana nos deja tranquilos como diciendo, disfrutad de vuestro ultimo fin de semana siendo 3, que al próximo estoy yo ya aquí, arrancándoos vuestra vida y siendo eje principal de vuestra convivencia.

Y seguro que va a ser así, es lo que hay.

El hecho de nacer en jueves, seguro que no lo ha hecho por casualidad, sino porque sabe que su padre dirige una empresa y como tal cuando mas cerca este el nacimiento del fin de semana, menos trastoca la semana laboral, porque para nosotros, los empresarios y autónomos, eso de las bajas son rumores de gente que las tiene y un lujo que no esta a nuestro, al menos de forma remunerada, claro esta.

Otra cosa, que parece ser aposta, es que la niña ha decidido que va a nacer, el dia que nadie gana la porra, hay unas cuantas apuestas al 15 otras al 17, pues nada, ni corta ni perezosa, ha decidido nacer el 16. Y en ese día no hemos apostado nadie. Ha salido puñetera la tía!!!

Luego esta el tema del sueño... todos te dicen:

- Aprovecha el tiempo que te queda para dormir que luego no podrás.

Como si fuera fácil, yo que no he dormido mas de 6 horas en mi vida, he intentado convertirme en oso, y dormir al menos 8, pero nada, no voy a acumular sueño ni de casualidad. Eso si, la futura madre, ya lo esta haciendo por los dos, así que llegara descansada al parto.

En fin, que no "nos queda ná" para terminar esta gran epopeya, y como dice mi suegra, hay ganas de verle la cara, las manos, los pies, los brazos, es decir toda ella, y es que 9 meses son mucha espera para un hombre embarazado impaciente como soy yo!!!

Que disfrutéis lo que os queda de fin de semana.

jueves, 9 de enero de 2014

Y por fin, tenemos fecha de caducidad (o de alumbramiento)


Como digo en el enunciado, ya tenemos fecha en el que mi hija, al fin va a nacer.

Ayer teníamos revisión del ginecólogo, y teníamos que llevar unos análisis y demás cosas que piden a las embarazadas (que no son pocas) y tras ponerla en monitores (esto merece un post aparte), pasamos a reconocimiento, tocamiento (esto paso de describirlo) y finalmente ecografía.

La esperada luz al final del túnel
Total, termina la ecografía y nos dice pasaros a mi despacho (semblante serio) y yo acojonado perdido!!!

Y efectivamente nos comenta que nuestra niña ya esta crecida y nos suelta a traición:

- La semana que viene vienes (claro, se refiere a ella, ¡yo soy un simple adorno!) a consulta, y una vez termine te ingreso en el hospital (otra vez a ella, como si fuese ella a ir conduciendo sola hasta el hospital) y te induzco el parto (esto si que estoy de acuerdo que sea solo a ella).

Con lo que nuestra hija, la primogénita, la esperada, nacerá si todo sale bien, el 16 de enero por lo que sera una capricornio mas en la familia (como su padre. ¿Eso es bueno?)

Pero con un matiz que nos dijo:

- Puede ser que salga por si sola durante la semana, ya que yo no pondría la mano en el fuego (espero que tampoco lo haga antes de que nazca mi hija, sino a ver como asiste el parto) de que llegue al miércoles.

Dicho esto, nos quedamos mas tranquilos. Tan tranquilos como un ratón se queda delante de un gato, o como un condenado a muerte delante del pelotón de fusilamiento. Es decir, seguimos acojonados perdidos!!!!

Pero en fin, que ya tengo fecha caducidad como hombre embarazado para convertirme en hombre con hija, y la verdad es que estoy ansioso porque nazca la niña.

Seguiré informando

martes, 8 de octubre de 2013

El embarazo y los cambios de humor

Como dije ayer, estamos en la recta final del embarazo, pero si hay una cosa que no nos abandona, son los cambios de humor.

En un principio, en los primero meses, la verdad es que los tienes controlados porque son frecuentes, y claro, tu entiendes que tu mujer es en esos momentos una coctelera de hormonas.

El problema es que ahora, con seis meses sufridos de embarazo, estos aparecen en el momento mas inesperado. Si, si. Tu estas despistado por casa, y de repente un rugido que asustaría al mismísimo Tarzán, y piensas:

- Ale, ahi va, ya estan las hormonas haciendo de las suyas.
cambio humor embarazo
Cambios de humor.

Y es que, aunque intentes evitar que estos aparezcan, no hay forma posible, y aparecerán de la forma mas estrepitosa que puedas conocer, pero sobre todo, aparecen a traición. También os digo una cosa, las hormonas no van a ser unas buenas compañeras de viaje, es mas, si te encuentras con ellas por la calle, no vas a irte con ellas a tomar unas cervezas, no. Lo que querrás es golpearlas hasta que rocen el umbral de la muerte.

Yo siempre he pensado, que estos cambios de humor ponen a la pareja a prueba, para si saber si sera capaz de soportar el criar una niña (en nuestro caso), porque la verdad es que la mujer aguanta lo suyo, pero señoras que podáis leer, no veáis el  aguante que nosotros demostramos cada día.

Han habido días, que he tenido la tentación de arrancar la niña del vientre de su madre y ponérmelo en el mio, así ella que descanse, y ya si eso ya llevo yo la carga. Si, se que soy un mártir y mi bondad no conoce limites.

Se que las que hablan en esos cambios de humor no sois vosotras, sino las hormonas, los tobillos hinchados, el cansancio acumulado por el trasiego diario añadiéndole los kilos creados por llevar la criatura, pero pararos a pensar un poco, y recordad que los hombre embarazados también sufrimos, y que intentamos haceros la vida mas fácil, así que tened compasión por nosotros.