Y llegó el dia mas mejor de mi vida

En un lugar de Valencia, de cuyo nombre no quiero olvidarme... que me lío, vamos, que llegó el miércoles, que era el día que el ginecólogo nos había citado, a fin de hacer una última revisión y así ingresarnos en el hospital, para empezar la epopeya del nacimiento de María.

Una última revisión, en la que nos dijo que todo estaba perfecto, y que mañana seria el día en que vendria a este mundo, nuestra primera hija. 

El inminente final del hombre embarazado

La tarde, como no podía ser de otra forma, transcurrió, por parte mía, con unos nervios terribles, no podía pensar en otra cosa, que no fuese el hecho de que Maria iba a nacer. Forma de aplacarlos? Pues como es lógico, comiendo.

Comiendo tal barbaridad de comida, que podría haber eliminado el hambre en el quinto y cuarto mundo, porque la verdad es que acabe con media producción alimenticia mundial, pero es que el origen de estos nervios bien lo merecía.

Y llega la hora final, total, nos dirigimos al hospital y hacemos el ingreso, hora las 12 de la noche. Llegamos a la habitación, y claro se supone que vamos a dormir para estar mañana frescos y radiantes. LOS COJONES!!!!

Como era de esperar, no pegamos ojo en toda la noche, porque, quien va a dormir cuando uno sabe que en unas horas va a nacer tu hija?? Nosotros no, desde luego.

A las 5:00 am (si, sí. A esa hora que no están puestas ni las calles), nos levantamos para asearnos, ya que a las 6 la matrona hacia acto de presencia. Bueno, tenía que hacer acto de presencia, ya que la mujer por lo visto se durmió y entramos una hora más tarde.

Total, que aquí aprendo un nuevo concepto que todo hombre desconoce antes del embarazo, “la sala de dilatación”, esto viene a ser una sala de tortura moderna, que seguro fue ideado por el FBI, la CIA y la GESTAPO a la vez, porque tela con la sala.

Primero le enchufan los monitores, que con ese ruidito contante (aunque sea el latido de tu niña), se te mete en la cabeza y pone a prueba tus nervios.

Luego llego el momento epidural, y es que tardaron un horror y medio en conseguir dar en el blanco, aunque no fue culpa del médico, sino a un problema de mi mujer (tranquila que no lo confieso, jajaja)

Y por fin la espera, la interminable espera. Esperar a que dilate, que ni más ni menos fue de 8 horas, ahí es nada. Lo peor no son las 8 horas (que también) es que estas esperando la llegada del ginecólogo o de la matrona, a fin de que te vayan diciendo cómo va la dilatación. Porque hay un momento que le hubiese dicho, explícame de que va esto, y ya lo voy mirando (Que yo soy muy aplicado, y pillo las cosas a la primera). Pues nada, cada hora más, menos, venían, revisaban y te comentaban como iba la cosa.

Eso sí, a mi chica, le iban poniendo dosis de anestesia, hasta tal momento, que creo que hubo un momento en el que veía elefantes rosa por la habitación.

Recreación artística Sala Dilatación

Por fin, a las 14:15, llego el momento en que el ginecólogo dijo que ya estaba completamente dilatada, pero que no podía sacar la niña, porque estaba encajada y no la podía hacer nacer de forma natural, por lo que me entro una sensación agridulce (y primera lagrimilla), ya que no podría estar en el parto, debido a que en la cesárea no podía entrar, pero a la vez pensé, ya está ahí mi niña.

Por suerte, yo tenía una infiltrada, mi suegra, que al ser enfermera nos acompañó en todo momento y ella fue la encargada de documentar en la sala de operación (o de extracción como dicen ellos, que tela el nombre) todo lo que allí ocurría.

Total, estoy fuera dando vueltas por el pasillo, desgastando toda la suela de mi zapato, hasta que a las 16:45 de un jueves, con fecha 16 de enero de 2014, recibo la llamada de la madre de mi mujer.

Y me dice que tengo una niña estupenda, morena, que ha pesado 3,6 kg y mide 51,5 cm. Y que la escuchase llorar…

En ese momento, la niña se pone a llorar alto y claro, y me veis a mí, en la sala de espera, llorando a moco tendido. Maria había nacido.

Mi niña, la que había estado esperando durante 9 meses, ya estaba en una sala a pocos metros de mí.

Momentazo captado por la mejor cuñada del mundo

Tuve que esperar unos minutos más, para poder ver a ambas, tanto a mi mujer como a mi niña, pero en el momento de verlas, la emoción y felicidad fue total.Por mi mujer sentí orgullo, por cómo había aguantado todo el parto y había traído a este mundo a Maria, y al ver a las dos en la cama, sentí la mayor de la felicidad. Una felicidad desbordante, y es que una persona a la que no conoces, que lleva minutos en este mundo y que la conoces solo unos segundos, te ha cambiado la vida y te hace sentir sentimientos, que no sabías que existiesen.

Y a ti, cariño, gracias, gracias y mil gracias por existir, por hacerme feliz y por darme la mayor de mis felicidades, nuestra hija.

Te quiero con locura!!!!

Pagina oficial Porra nacimiento!!!

Hola a todos.

Vamos a hacer la porra oficial del nacimiento de mi niña.


PORRA!!!!

Para no hacer ninguna trampa, la salida oficial de cuentas es el día 20 de enero, pero también hay que tener en cuenta que la niña pesa a día de hoy (38 semanas) 3,5 kg

Como me han dicho por facebook, twitter y de palabra distintas fechas, ya me lío... jajajajaj

Por lo que esta pagina, en sus comentarios sera donde se guarde de verdad el resultado y haremos recuento el día del nacimiento (bueno en unos días, que estaré ocupado)

Como sabéis yo creo que nacerá el día 5 de enero.

Hagan sus apuestas!!!!

DODOT y las etapas de embarazo del hombre!!

Investigando un poco la red he topado con un blog acerca las etapas de embarazo, desde el punto de vista de lo que ocurre al hombre, redactado por la marca que posiblemente mas sea utilizada en esta casa durante los próximos meses, DODOT.

Y resulta, que veo que las experiencias y temores que he estado plasmando en este blog desde su creación no hacen mas que reafirmarse.

El artículo de DODOT, que antes señalaba, es éste link.

Esta claro que esta marca que va a acompañar durante tanto tiempo a mi futura hija, no se olvida de los padres, y se agradece que así sea, aunque solo sea de vez en cuando (Recordáis el hombre invisible?)

Es reconfortante, saber que uno no esta solo en este mundo, y que hay futuros padres, que durante las diferentes etapas de embarazo. tiene los mismos miedos e inquietudes (y penurias, añadiría).

que opináis, os ha pasado esto a los que ya sois padres??

El embarazo y la paciencia.

Quien dijo miedo??

Si hay una virtud de la que carezco, es la de la paciencia. Y es que siempre que he querido algo no he sabido esperar, si puedo tenerlo hoy, mejor que si lo tengo mañana.

Antes del embarazo, siempre había pensado que sería prácticamente imposible para mi el tener que esperar nueve meses, antes de ver la carita de mi niña preciosa (que si, que seguro que lo es)

Pues bien, han transcurrido 5 meses (o 20 semanas, para los pesados que cuentan en semanas) y la verdad es que no se ha hecho tan largo.

Por que no se ha hecho tan largo? Pues muy facil. Como te cuentan los millones de atrocidades que le va a pasar a tu vida, pues inconscientemente, aparece un miedo en tu interior del  que no te das cuenta (hasta que lo escribes en tu blog) que hace que sin saberlo, en vez de estar impaciente por el nacimiento de tu hija, hace que el embarazo pase muy despacio, y que realmente tengas un miedo por ser futuro padre.

Porque tal y comente, en el post de la secta, una vez sabes que tu mujer está embarazada, todos empiezan a decirte que no vas a dormir, que te vas a arruinar en pañales y vamos, que tu vida prácticamente va a ser fulminada como si un rayo hubiese caído encima de ella…

Como tampoco creo que el lobo sea tan feroz como lo pintan, la verdad es que ahora ya tengo ganas de verla nacer, que termine el embarazo, y que mi vida sea fulminada si quiere, pero es que tenemos muchas ganas de darle el primer achuchón a María. 

Visita al ginecólogo y la invisibilidad

Nueva visita a urgencias, por  un pequeño problema. Todo fantástico y Maria sigue creciendo, pero el problema está en que, cada vez que me manda mi chica un whatsapp, diciéndome que se va a urgencias, hay como un halo de misterio, debido a que no me dice que es lo que ocurre… y claro, hasta que no llego, sudores fríos, mi moto Harley-Davidson, rugiendo por las calles de Valencia como si no hubiese mañana y miles de pensamientos pensado las posibles atrocidades, que pueden haberle pasado a la madre y a la hija. Resultado final… dolor provocado por el crecimiento de la niña (recordáis el post de los dolores??)

Pues nada, después de una larga espera, y disfrutando del maravilloso entorno que es la sala de espera un hospital en verano, nos llama la ginecóloga de guardia.

Ya te sientes raro cuando estás en una consulta de ginecología (no es un sitio muy frecuentado por nosotros), pero si además, es una ginecóloga, directamente no existes. No sé si será un tema generalizado, pero con dos ginecólogas que hemos tenido, me han hecho sentirme como un estorbo… seguro que piensan, “yo soy mujer y tú no sabes lo que se sufre con esto…” Pues yo le diría, lee mi blog y sabrás que sufrimos, y mucho!!!!! Igual, les entregaré una copia cuando finalice el embarazo…

Y es que cuando estábamos allí, ha habido un momento en que nos hemos quedado la ginecóloga y yo, solos.. Pues bien, había un silencio y una tensión, que ni en duelo al amanecer en el salvaje oeste.

Luego ha venido el momento ecografía, si antes ya era un estorbo en ese momento me convertí en el hombre invisible, vamos que parece ser que mi chica haya sido engendrada por obra del espíritu santo, porque vamos ni la más mínima explicación ni la más mínima de nada… es más pienso, que si durante la ecografía, me hubiese bajado los pantalones, ni se hubiese dado cuenta. Lo dicho el hombre invisible!!!

Por lo que os recomiendo, chicos, que cuando vayáis a acompañar a vuestra chica, os pongáis cómodos, disfrutad de las imágenes de vuestra hija y haced lo que os plazca, total, seréis invisibles!!!

Esos kilitos de más durante el embarazo del hombre (que no solo de la mujer).

Nuestro embarazo está a punto de llegar al quinto mes, y la verdad es que la tripita de mi chica no para de crecer, y es que nuestra futura hija, cada vez crece y crece más…

Pero la tripa de mi chica no es la única que crece, no. La mía propia también ha recibido un aumento, y es que, tal y como he dicho varias veces, como futuro padre muy comprometido con el actual embarazo, no iba a dejar que mi chica fuese la única que ganase en tripita.

Además, se han unido dos factores:

- El propio embarazo: Dicen que los hombres engordan un poco mientras la mujer está embarazada. No sé si será un tema de que nos solidarizamos con nuestras chicas, pero después de realizar una extensa encuesta, así es. Nosotros engordamos a la par que nuestras chicas.

- El verano: digamos que el estar embarazado en estos meses ha ayudado a que mi tripa llegue a asemejarse a la de mi chica, sobre todo por el tema de que en verano, por mi parte prescindo casi en totalidad de beber agua y me dedico en exclusividad a la ingesta de cerveza. Esta ingesta viene siempre acompañada, de sus correspondientes tapas como miles kilos de clóchinas, bravas, y todo tipo de arroces en todas sus variantes…

Por lo que todo esto me llevo a la cuestión de que, realmente engordamos por solidarizarnos, o decimos, como mi chica sufre cambios llego el momento de dar rienda suelta a nuestros instintos alimenticios y vaciar la despensa? Pues supongo que hay un poco de todo.

Así que, futuro padre que me puedas estar leyendo, si engordas no te preocupes lo hacemos todos y yo ya he marcado mi plan para volver a ser el mismo de antes… eso sí, después de verano, que aún no pienso abandonar a mi amada cerveza!!