Nuestro embarazo está a punto de llegar al quinto mes, y la verdad es que la tripita de mi chica no para de crecer, y es que nuestra futura hija, cada vez crece y crece más…
Pero la tripa de mi chica no es la única que crece, no. La mía propia también ha recibido un aumento, y es que, tal y como he dicho varias veces, como futuro padre muy comprometido con el actual embarazo, no iba a dejar que mi chica fuese la única que ganase en tripita.
Además, se han unido dos factores:
- El propio embarazo: Dicen que los hombres engordan un poco mientras la mujer está embarazada. No sé si será un tema de que nos solidarizamos con nuestras chicas, pero después de realizar una extensa encuesta, así es. Nosotros engordamos a la par que nuestras chicas.
- El verano: digamos que el estar embarazado en estos meses ha ayudado a que mi tripa llegue a asemejarse a la de mi chica, sobre todo por el tema de que en verano, por mi parte prescindo casi en totalidad de beber agua y me dedico en exclusividad a la ingesta de cerveza. Esta ingesta viene siempre acompañada, de sus correspondientes tapas como miles kilos de clóchinas, bravas, y todo tipo de arroces en todas sus variantes…
Por lo que todo esto me llevo a la cuestión de que, realmente engordamos por solidarizarnos, o decimos, como mi chica sufre cambios llego el momento de dar rienda suelta a nuestros instintos alimenticios y vaciar la despensa? Pues supongo que hay un poco de todo.
Así que, futuro padre que me puedas estar leyendo, si engordas no te preocupes lo hacemos todos y yo ya he marcado mi plan para volver a ser el mismo de antes… eso sí, después de verano, que aún no pienso abandonar a mi amada cerveza!!
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