Habíamos quedado a comer en un restaurante de un centro comercial, y mientras yo estaba esperando en la intemperie, llamo a mi chica a ver si no me desintegraba por el calor y podía llegar a la puerta del restaurante en un tiempo prudencial.
Bueno, pues mi chica estaba haciendo tiempo mirando el tan venerado Bugaboo y viendo las lindeces de tan gran carrito y su fácil forma de plegarse.
Ojo con esto, señores…
El Bugaboo es como una secta, te repetirá hasta la saciedad las bondades de este producto, y como intentes enseñar otros carros, el castigo del Dios carretil será implacable.
Al fin llega al punto de reunión establecido y la comida entre otros menesteres, transcurre con conversaciones sobre el gran Dios Bugaboo, minicuna, moisés,….
Os recomiendo que vayáis empollando, ya que se os harán preguntas de difícil contestación y que os harán plantear auténticas dudas sobre vuestro sistema educativo, como por ejemplo:
Moisés ya nunca más será un personaje bíblico… es una especie de cuna o capazo que está en el salón para que este en él, el bebé. (De nada)
Mención aparte recibe el Maxicosi. Señores soy gerente de una empresa dedicada a la ingeniería (permitidme que haga algo de publicidad, así que visitad a www.valipro.es), y a día de hoy aún no sé qué es el Maxicosi.
En teoría es una sillita para llevar el niño en el coche, pero cuando crees que has pillado el concepto la contestación de tu pareja es, “NOOOOOOO, NO SOLO ES ESO” con lo cual te quedas venerando ese artilugio que debe tener miles de funciones diferentes todas ellas superútiles para la niña en el coche.
Digo yo que le cambiara el pañal por sí solo, le pondrá polvos de talco en el culete, le dará golpecitos para que eructe….
Solo el nombre ya se las trae, MAXICOSI… señores de marketing de Maxicosi, un nombre más pronunciable para el género masculino no existía???
Lo más fuerte, es que mi chica no sabe decir palabras como bujía, chasis,… y mucho menos donde se encuentran, pero Maxicosi lo dice a la primera y sabe cómo se instala en el coche…
“AWESOME”
Pienso que si cambiar una pieza del coche fuese vital para la niña, y se pagase a precio de sangre de unicornio, podrían desmontar y montar totalmente un coche, en un plazo de una hora.
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